Yo leí en algún sitio, que el ser humano, (hombre, ó mujer) está diseñado, para que, por más que intentemos conocerles en profundidad, cada individuo, siga siendo un misterio para el resto, e incluso para nosotros mismos, que no podemos nunca saber de lo que realmente somos capaces, ni hasta dónde podemos llegar, ni qué metas lograr.Yo creo que es cierto; sólo que a la mayoría se nos olvida después de cierto tiempo de relación en pareja. Me refiero a aquello de “la confianza dá asco”Cubrir las expectativas del otro, lo que el otro espera de nosotros, no me parece tan determinante para perder su interés; ¿cuántas veces, es justo lo que no esperamos, lo que nos reenamora? Para que hablemos de química ¡es necesario provocar reacción! ¡Conmover!
¿porqué algunas parejas permanecen más tiempo enamoradas? Porque ambos se ocupan activamente de ello, creo yo; no egoistamente ¡sino generosamente! Uno y otro se ocupan de sorprenderse gratamente y a menudo. Y ello no les supone un esfuerzo, por el contrario ¡disfrutan cuando lo logran!
Lo que ocurre, que hay quienes se equivocan, o engandulan; dando por hecho, que las emociones no influyen en la salud de una relación estable y comprometida en un proyecto común de futuro; o que sobreviven a la rutina y la dejadez. y ¡sí que importan!
Yo no puedo olvidar la imagen de mi abuela, con aquella pena infinita, besando amorosa y apasionadamente a su marido en los labios después de muerto, y su voz diciéndole te amo… ¡tan enamorada como una quinceañera, que despide a un novio que se va a la mili! Pero mi abuelo y ella ¡jamás dejaron de jugar! Incluso días antes de morir, él la enrabietó repartiendo “sus bienes” entre sus hijos y nietos, sin mencionar qué le dejaría a ella, ¡conociendo que era una loba, marcando su territotio! jejeje; por lo que ella, encendida:- ¿Te has olvidado de mí? ¿Y a mí no vas adejarme náááá? ¿no me lo merezco, acaso, más que estos?? ¡Ingrato!! ¡Debí casarme con aquel abogado! - ¿Que no te dejo ná? (mirada cómplice, sonrisa gamberra) ¡El cristo que cuelga en la cabecera de esta cama, es testigo que te regalé lo mejor que tengo, todas las noches, que te lo mereciste!! jeje ¿Las has olvidado tú acaso?- ¡Golfo!(Les dejamos solos en la habitación ¡Y ni cuenta se dieron!! )
Un hombre y una mujer, pierden el interés cuando dejamos de crear nuevas y buenas melodías que lo despierten, porque el mismo ritmo continuado, es como una nana ¡que adormece! estando, como estamos, diseñados con el polvo mágico del misterio la creatividad, esa capacidad de despertar la admiración del otro, y la generosidad… alimento imprescindible del amor de pareja… peculiarísimo y diferente, en mi entender, a cualquier otro tipo de amor.
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